martes, 4 de diciembre de 2012

Para conversar… se necesitan dos

La conversación es el medio más importante que tenemos para comunicarnos oralmente, por eso, el respeto a las opiniones del otro es fundamental; si no lo hago, no podré establecer un verdadero diálogo, por tanto, solo escucharé mi opinión.


Escuchar es mucho más que limitarse a captar sonidos con nuestro sentido del oído, es más que oír. Es un proceso consciente, intencionado y complejo. Es atender a lo que se nos dice, interiorizarlo, comprenderlo y traducirlo en algún tipo de respuesta: una acción, una exclamación, una respuesta, un sentimiento.

Escuchar enriquece la comunicación, ya que nos permite comprender los puntos de vista de los demás y establecer un verdadero diálogo, con intercambio de ideas, apreciaciones y razonamientos.

Al escuchar, pongo atención a las expresiones de mi interlocutor, oigo lo que me dice y lo confronto con la expresión de sus ojos, los movimientos de su cuerpo, de su rostro; así completo el mensaje que él me ha querido comunicar.

Al escuchar, no miro hacia otras partes ni de un lado a otro; tampoco paseo mi ojos alrededor como buscando a otra persona. Al escuchar, estoy atento a lo que se me está diciendo, no dejo volar mi imaginación ni mis pensamientos, me concentro en lo que estoy escuchando y lo disfruto.

Nunca interrumpo o corto abruptamente a quien me habla, espero el momento oportuno para hacerlo y me disculpo por ello…pero es que yo también tengo cosas importantes que decir.

Si no entiendo algo y tengo alguna duda pregunto, pido que me aclaren lo que acaban de decir; así evito malos entendidos y confusiones que podrían afectar la relación. Pero sobre todo, lo que se conversa, no lo ando repitiendo por cualquier lugar, es decir, no participo de chismes y rumores.

 

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