domingo, 17 de febrero de 2013

Administrando mi mesa de trabajo


Despeje su mesa de trabajo de todo papel que no se refiera al problema inmediato que tiene entre manos. "Una persona con su mesa llena de papeles sobre diversos asuntos verá que su trabajo es mucho más fácil y preciso si despeja esa mesa de cuanto no se refiera al problema inmediato que tiene entre manos.

Muchos tratadistas llaman a esto buena administración y es el primer paso hacia la eficacia en el trabajo".  En la Biblioteca del Congreso en Washington, D. C., existen cinco palabras dibujadas en el techo, son cinco palabras escritas por el poeta Pope: "El orden es la primera ley del Cielo".

El orden debería ser también la primera ley en las oficinas o en nuestra mesa de trabajo. Pero ¿lo es? No. Nuestro lugar o mesa de trabajo, muchas veces, está atestada de papeles que no se han mirado desde hace semanas. El mero espectáculo de una mesa atestada de papeles o escritos diversos es suficiente para provocar la confusión, la tensión y aumentar las preocupaciones.

Se suma a esto, y es algo mucho peor, el constante recuerdo de "un millón de cosas que hay que hacer y de la falta de tiempo para hacerlas". Esta desesperación, por hacer las cosas en el menor tiempo posible, puede provocar no solamente tensión y fatiga, sino también alta presión sanguínea, desarreglos cardíacos y úlceras de estómago.

Otra de las buenas prácticas, que complementan el hábito anterior en el trabajo, es arreglar los asuntos en el acto, en la medida de lo posible. La norma debe ser no dejar asuntos pendientes o para mañana cuando puedes resolverlos en el momento. Por ejemplo, un email por contestar.

Para Charles Evans Hughes, antiguo presidente de la Suprema Corte de los Estados Unidos, dijo en alguna oportunidad: "Los hombres no mueren de exceso de trabajo. Mueren de desorden y de preocupación". En otras palabras, los trabajadores desordenados derrochan sus energías y se agobian demasiado porque nunca consiguen ponerse al día con su trabajo.

 

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