miércoles, 14 de noviembre de 2012

DECÁLOGO DEL BUEN ARGUMENTADOR

“Se encontraban dos querellantes en disputa, ante la imposibilidad de lograr un acuerdo deciden acudir donde los jueces. He aquí que su situación se ve modificada, ya no importa quien tenga la razón, los jueces se la otorgarán al que mejor argumente” (Diálogos–Platón).


En alguna oportunidad, se te presentarán diversas situaciones comunicativas en la que debes saber argumentar. Por esta razón, te presentamos 10 recomendaciones para que puedas influir o persuadir a los demás:

1. El mejor consejo que puede darse a quien desee argumentar bien es prepararse bien. Picasso decía que la inspiración existe, pero tiene que pillarte trabajando.

2. No hay que efectuar una exposición completa, exhaustiva, sino más bien que sea clara, razonablemente informativa y que estimule la discusión.

3. No se argumenta mejor por expresar con muchas palabras lo que podría decirse con pocas. La amplitud excesiva del discurso aumenta las probabilidades de cometer errores.

4. En una discusión, hay que esforzarse por entender muy bien lo que el otro ha dicho. Esto nos evitará ser refutados, por ejemplo, con un «yo no he dicho eso».

5. Cuando se argumenta en defensa de una tesis, no estar dispuesto a conceder nada al adversario es una estrategia incorrecta y equivocada.

6. Cuando se argumenta con otro, uno puede tener la impresión de que los argumentos de la parte contraria funcionan como una muralla. Ante esa situación es aconsejable intentar por otra vía.

7. La argumentación no está reñida con el sentido del humor, pero sí con la pérdida del sentido de la medida de las cosas.

8. No se argumenta bien por hacer muchas referencias a palabras prestigiosas, autores de moda, etc. Lo que cuenta es lo que se dice y las razones que lo avalan.

9. Frente a la tendencia, de irse por las ramas no cabe otro remedio que insistir una y otra vez en ir al punto.

10. Tienes que ir delineando tu estilo, ya que la forma cómo argumentes es de vital importancia.

 

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