Cuando prima el arribismo, el absentismo y el individualismo algo o mucho nos está pasando.
El clima institucional es la atmósfera percibida por los empleados, influenciado por características organizacionales tales como estilo de liderazgo, comunicación y actividades laborales específicas. Asimismo, refleja la fuerza de los valores, normas, actitudes y sentimientos prevalentes entre los miembros de una institución.
Teniendo en cuenta este concepto y de acuerdo a nuestras experiencias vívidas y vividas, podemos afirmar que en muchas instituciones educativas no existe un clima favorable, pues en las reuniones o asambleas se es testigo de mucha intolerancia, el no respeto por las ideas de los demás, sumado a esto el autoritarismo con que muchos directivos se desempeñan.
¿Qué hacer frente a esta atmósfera irrespirable?
Se ha demostrado que el clima organizacional influye en el desempeño y satisfacción de la persona. Con ese enfoque, se debe de elaborar un plan estratégico que permitirá optimizar las relaciones interpersonales y los niveles de comunicación, así como, la cultura organizacional.
Sugerimos que la plana directiva se informe sobre la administración del talento humano. Asimismo, desarrollar actividades de cooperación y otras que permitan el empoderamiento de sus administrados.
Se debe motivar constantemente al personal, así como utilizar una comunicación asertiva y de valoración a los demás. Socializar los instrumentos de gestión, especialmente la visión y misión con la finalidad que todos se comprometan en su cumplimiento. Si el clima institucional es favorable, mejorará también el servicio educativo.
Escríbeme a cesarmanuel0710@hotmail.com
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