La religión ayuda a superar las preocupaciones

William James, cuando era profesor de filosofía en Harvard, dijo en alguna oportunidad: "Desde luego, la cura soberana para la preocupación es la fe religiosa". Para saber esto no es necesario ir a Harvard, nuestras madres o abuelas lo saben, nosotros somos testigos de ello: cuando se encomiendan a un santo, se persignan, le ponen flores o cuando oran si la familia es evangélica.


Lo cierto es que la religión es un elemento de primer orden para superar las preocupaciones. No importa la diferencia de credos que dividen a las iglesias, se está más interesado en los efectos que la religión puede hacer por las personas: llevar una vida plena, rica y feliz.

Pero la religión, específicamente, nos proporciona valores espirituales. Nos procura consuelo, fortaleza y esperanza. Así también, desvanece nuestras tensiones, ansiedades, miedos y preocupaciones. Señala propósito y dirección a mi vida. Aumenta nuestra felicidad y facilita una salud abundante. En otras palabras, nos ayuda a crearnos "un oasis de paz en medio de los torbellinos de arena de la existencia".

Algunos lectores, quizá piensen que la religión es el opio de los pueblos o nos declaremos ateos o agnósticos. Al respecto, le cito a Francis Bacon: "Un poco de filosofía inclina al espíritu humano al ateísmo, pero las profundidades filosóficas llevan a los espíritus humanos a la religión".

Por otro lado, los psiquiatras y los psicólogos han comprendido que la oración y una vigorosa fe religiosa desvanecen las preocupaciones, las ansiedades, las tensiones y los miedos que causan más de la mitad de todos nuestros males.

Rescatemos el valor de la oración y el desarrollo de nuestra espiritualidad para evitar el infierno terrenal en el que muchos vivimos, con la oración podemos evitar las úlceras de estómago, la angina de pecho y también los desarreglos nerviosos.