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INTERÉSESE POR LOS DEMÁS Y SERÁ BIENVENIDO EN TODAS PARTES
Si queremos llevarnos mejor con los demás, entonces es
pertinente citar al más grande conquistador de amigos que ha conocido jamás el
mundo ¿sabe quién es?, tal vez lo encuentre por la calle o cuando llegue a su
hogar lo verá agitar la cola. Y si se detiene a acariciarlo, saltará como
enloquecido para mostrarle lo mucho que lo quiere. Usted sabe que detrás de esa
muestra de afecto no hay motivos ulteriores: no quiere venderle algún producto ni
mucho menos pedirle propina.
Según Dale Carnegie el perro es el único animal que no
tiene que trabajar para ganarse el sustento. El perro se gana la vida solo con
demostrar su cariño por el dueño. Este can no se interese por sí mismo, como
solemos hacerlo nosotros.
Alfred Adler, el famoso psicólogo vienés, escribió al
respecto: "El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien
tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los
demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos".
Otro ejemplo sencillo de interés por los demás y que
mejora enormemente las relaciones interpersonales, lo constituye el acordarse
por los cumpleaños de los amigos y amigas. Cuando llega ese día, tan atesorado
por muchos, se les llama por teléfono o se les envía algunos mensajes por las
redes sociales. ¡Qué buena impresión causa! A veces, te das con la sorpresa que
eres una de las pocas personas que se ha acordado de felicitarlos.
El interés, lo mismo que todo lo demás en las relaciones
humanas, debe ser sincero. Debe dar dividendos no solo a la persona que muestra
el interés, sino también a la que recibe la atención. Es una vía donde las dos
partes se benefician.
En síntesis, si usted quiere gustar a los otros, si
quiere tener amigos de verdad, si quiere ayudar a los otros, al mismo tiempo
que se ayuda a usted mismo, no olvide esto: “Interésese sinceramente por los
demás”.
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