Machismo en el lenguaje

El lenguaje es un instrumento de comunicación, exclusivamente humano, que permite transmitir e intercambiar mensajes. Más aún, el lenguaje ayuda a construir o configurar la realidad, en tal sentido, hay que tener mucho cuidado con nuestras expresiones que utilizamos, en especial, las de tono machista.


En seguida, una lista de “machidichos”, basados en un audio de Radialistas Apasionados y Apasionadas, que se constituyen en un síntoma de nuestra realidad y que se deben evitar.

Los machos dicen: ¡Otra niña!... Ya van tres... ¡te dije que quería un varoncito! Las mujeres responden: puro machismo, que nazca un niño o una niña depende de ti, de tus espermatozoides X o Y.

Los machos dicen: ¿Se rompió tu pelota y estás lloriqueando como una mujercita?... ¿no te da vergüenza? “Los hombres no lloran”. Las mujeres responden: puro machismo. ¿Quién te dijo que los niños no tienen sentimientos? Las lágrimas no tienen sexo.

Los machos dicen: “Celeste para él, rosado para ella”. Las mujeres responden: puro machismo ¿Quién te dijo que los varones tenemos que vestirnos de celeste y ellas de rosado? Los colores también no tienen sexo.

Los machos dicen: “Aquí mando yo”. En mi casa se hace lo que yo ordeno y punto. Ellas responden: puro machismo. Esto más que casa parece una cárcel.

Los machos dicen: ¡Animal!... Mira por dónde pasas... ¡Mujer tenía que ser! Ellas responden: puro machismo ¿no se dan cuenta que la mayoría de los accidentes los provocan ustedes, los hombres?... Manejan borrachos, manejan a exceso de velocidad... y nadie dice “¡hombres tenían que ser!”

En suma, se debe promover una nueva masculinidad, donde se visibilice y respete a la mujer. Aquí, la equidad de género debe ser un eje a trabajar desde diferentes entidades, incluso, desde el uso del lenguaje.