jueves, 31 de enero de 2013

¿Cómo hacer para que mi exposición la recuerden toda la vida?

No basta con que el material sea bueno y esté bien presentado: perderá la mayor parte de su valor si no hace que sus oyentes lo recuerden, lo pongan en práctica y lo transmitan. Por ello, le proponemos algunas técnicas para que recuerden tu exposición.


En primer lugar, es aconsejable repetir y decir con otras palabras lo que ya se ha dicho, pues si repetimos un dato siete veces, las posibilidades de que la gente lo recuerde aumentan en un 80 %. Por eso, los oradores con experiencia repiten, repiten y repiten.

Otra técnica que utilizan es la de pedir a uno de los asistentes que resuma el material expuesto, antes de pasar al punto siguiente, esto con la finalidad de fomentar el aprendizaje activo, ya que a diferencia del aprendizaje pasivo, el activo hace que la gente recuerde a largo plazo.

Otra técnica es la utilización de trucos memorísticos y reglas nemotécnicas. De la misma manera, mucho después de haber olvidado el nombre del orador y el título de la ponencia, la gente recuerda las historias.

Otra interesante técnica, es la de escribir una obra de teatro en tres actos invitando a los participantes a que reflejen el comienzo, desarrollo y fin de un tema que les inquiete. Igualmente, se les puede solicitar que escriban una canción o busquen una banda sonora para apoyar sus argumentos.

Recordar y poner en práctica los conocimientos adquiridos son dos funciones importantes, sin embargo, el círculo no se completa hasta que otras personas que no estaban en el seminario participan de los conocimientos impartidos en el mismo. Solo entonces puede el conferenciante estar seguro de que su presentación ha conseguido excelentes resultados: cuando los asistentes se lo enseñan a sus compañeros.

 

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