Cuando vea los gansos volar en formación de “V”, se preguntará cuáles son las razones por las que ellos escogen volar de esta manera. A continuación, algunos descubrimientos hechos por los científicos y que pueden aplicarse a las organizaciones.
Primer hecho: A medida que cada ave bate sus alas, genera un sustento para el ave siguiente. Volando en formación de “V” el grupo entero consigue volar un 71 % más que si lo hiciera aisladamente.
Enseñanza: Las personas que comparten una dirección común y un sentido de equipo llegan a su destino más fácilmente porque se apoyan en la confianza de los demás.
Segundo hecho: Cuando un ganso se aparta de la formación, siente repentinamente la resistencia de volar solo y de inmediato vuelve al grupo para tomar ventaja del ave que está delante o al costado.
Enseñanza 2: Existe fuerza y seguridad en un grupo, cuando se viaja en la misma dirección con personas que comparten un objetivo común.
Tercer hecho: Cuando el ganso líder se cansa cambia su posición, va hacia atrás y otro ganso encabeza la punta.
Enseñanza 3: Es ventajoso cambiar de roles cuando se necesita realizar un trabajo arduo, además es un claro ejemplo para aquellos que quieren aferrarse al poder.
Cuarto hecho: Los gansos de atrás dan graznidos para alentar a los de adelante a mantener el ritmo y la velocidad.
Enseñanza 4: Todos necesitan ser fortalecidos con el apoyo activo y el aliento de los compañeros. Aquí, las palabras motivadoras son claves.
Quinto hecho: Cuando un ganso se enferma o se hiere y deja el grupo, es seguido por otros dos gansos que lo ayudan y protegen. Lo acompañan hasta que solucione su problema; después los tres reinician la jornada uniéndose a otra formación hasta encontrar a su grupo original.
Enseñanza 5: La solidaridad y la empatía en las dificultades es imprescindible en cualquier situación, más aún si pertenecen a una misma organización.
jueves, 31 de enero de 2013
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