martes, 1 de enero de 2013

Una historia de Navidad


En seguida, un relato que puede ser compartido en casa en una fecha tan importante para el mundo cristiano. Se trata de tres árboles y es como sigue:

Tres pequeños árboles soñaban con lo que querían ser de grandes. El primer arbolito dijo: ¡Con mi madera se hará el cofre más hermoso del mundo!El segundo arbolito miró hacia el río y dijo:¡Pues yo quiero viajar a través de los mares y llevar reyes poderosos sobre mí.  El tercer arbolito miró abajo y dijo: Yo no quiero irme de esta montaña. Quiero crecer tanto que cuando la gente del pueblo me vea piensen en Dios.

Los años pasaron. Los pequeños árboles crecieron. Un día, tres leñadores subieron a la montaña y cortaron los tres árboles. Cuando el primer árbol cayó. Y ya en el suelo, se dijo: Ahora me convertirán en un cofre hermoso.  Cuando el segundo árbol cayó, en el suelo, pensaba:Ahora iré a navegar por los océanos. En cuanto el tercer árbol cayó, se dijo para sí: Qué triste mi destino...

El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero no lo convirtió en un cofre, sino en una vulgar caja de alimento para animales.

El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó a un embarcadero. Con su madera, solo hicieron un simple bote de pesca. Y como era demasiado chicolo trasladaron a un pequeño lago.

El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un viejo almacén.

Los tres árboles ya casi se habían olvidado de sus sueños...Pero una noche, una luz alumbró al primer árbol cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en la caja de alimentos...Y de repente, este supo que contenía el tesoro más grande del mundo.

Pasado el tiempo, un viajero y sus amigos subieron al pequeño bote. Al poco rato, una tormenta cubrió las aguas. El hombre de tez morena y sonrisa ancha se levantó y dijo:No tengan miedo. Y de repente, el segundo árbol supo que llevaba consigo al rey del Cielo y de la Tierra.

Un viernes, el tercer árbol se extrañó cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió áspero y cruel.Pero más adelante, se sintió aliviado y supo que cada vez que miraran hacia él, pensarían en Dios. En esta Navidad que se cumplan todos tus deseos, al igual que estos árboles que hemos referido.


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