Las buenas relaciones entre jefes y
colaboradores es una herramienta eficaz en el crecimiento y desarrollo de una
empresa. En las siguientes líneas, encontrarás algunos consejos prácticos para
llevarse mejor con su jefe y, por ende, crear un clima de trabajo favorable,
cálido y organizado.
El buen trabajador respeta la autoridad de su
jefe y el hecho de que él, o ella logró llegar a esa posición con mucho
esfuerzo.
El buen empleado procura aliviar, hasta donde
sea posible, la carga de trabajo que lleva su jefe en los hombros.
Se ofrecerá voluntariamente para efectuar
trabajos en nombre del jefe. Tiene que tener iniciativa para lograr mejoras en
la empresa.
Cuando le lleva problemas al jefe, deberá
asegurarse de que vayan acompañados de recomendaciones claramente definidas
para solucionarlos.
El colaborador es completamente leal a su
jefe. Si bien sabe que su jefe dista de ser perfecto, y en ocasiones es
inhábil, nunca se escuchará a un trabajador hablar a espaldas de su jefe.
Cualquier queja que se tenga con su jefe
deberá discutirla única y exclusivamente con él, manteniendo un debate abierto
y honesto sobre el tema.
La puntualidad juega un papel muy importante
en cuanto a buenas relaciones entre funcionarios y jefaturas se refiere.
Normalmente los procesos productivos dependen en gran medida de la puntualidad
con que cada departamento entregue su trabajo. Por esta razón, ningún miembro
de la cadena productiva puede ser impuntual, ya que afecta el resultado de
todo.
Entre el jefe y el colaborador deberá
lograrse una relación abierta, y honesta donde ambos, se brindarán apoyo y
confianza mutua.
Nunca olvide que su jefe también es un ser
humano. Con toda probabilidad su jefe lleva una carga más pesada de lo que
usted cree y podría estar resguardándolo a usted de gran parte de ella.
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