viernes, 4 de enero de 2013

¿Por qué las mujeres son mejores observadoras que los hombres?



Muchas veces, me he quedado sorprendido cuando una mujer te dice —al observar a otra persona— los detalles de la vestimenta, algún objeto que llevaba consigo y solo le bastó unos cuantos segundos para que te describa todo este panorama. 

Esta situación tiene una explicación biológica y evolutiva. Resulta que la configuración de los ojos de la mujer es diferente a la del hombre. 

En el caso de la mujer, debido a la tarea que debían realizar como protectoras del hogar, su estructura cerebral fue desarrollando un ángulo de visión clara de al menos 45 grados por cada lado, y por encima y por debajo de la nariz. 

En otras palabras, muchas mujeres disfrutan de una visión periférica de casi 180 grados. Esto como consecuencia, ya que la mujer necesitaba un amplio ángulo de visión para controlar que nada amenazara la cueva donde se hallaba. 

En cambio, los ojos del hombre se configuraron para un tipo de visión de larga distancia, como si fueran un par de binoculares. En su tarea de cazador, el hombre necesitaba identificar una presa a gran distancia y perseguirla con la vista, sin distraerse con lo que le rodeaba. 

De esta manera, las mujeres fueron perfeccionando una gran visión periférica, mientras que los hombres desarrollaron una visión cilíndrica. 

Esto explica en algo que los hombres nunca se den cuenta de los detalles o de los objetos que llevan las personas que él saluda o de lo que hay alrededor de esta. Los varones tienen que mover la cabeza de arriba abajo y de un lado a otro, concentrándose en la búsqueda de los “objetos desaparecidos”. Sin embargo, las mujeres, de un vistazo, perciben todo lo que hay en su entorno.  



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