jueves, 31 de enero de 2013
La borrachera de los políticos
Se ha logrado tipificar una terrible enfermedad que afecta al género humano desde tiempos inmemoriales. Hasta el momento no se comprendía cómo unos seres pacíficos y generosos, luego de asumir un cargo, se volvían presumidos, ambiciosos e insoportables.
De acuerdo, a la doctora mexicana Bertha Muñoz esto se le conoce como “poderitis aguda”, como ya se conoce clínicamente a esta enfermedad, o lo que comúnmente se le denomina como “borrachera de los políticos”.
¿En qué consiste y cuáles son los síntomas?
La persona afectada de “poderitis aguda” comienza a sufrir de delirios de grandeza... alucinaciones mesiánicas... El enfermo de poderitis se siente imprescindible, por increíble que parezca, llega a creer que nunca se equivoca y como está convencido de tener siempre la razón, no pregunta nada ni escucha consejos de nadie.
Esta peligrosa enfermedad es causada por el virus del poder. Cuando una persona normal recibe muchos cargos, muchos honores comienza a infectarse. Cuando es aplaudida con frecuencia comienza un proceso degenerativo en las neuronas del paciente y se sumerge en la embriaguez del poder.
¿Y quiénes son más propensos a sufrir esta enfermedad?
Los políticos. Los de derecha, los de izquierda y los aparentemente independientes. La “poderitis” no distingue ideologías ni sexo ni edad. También ataca a militares, empresarios y hasta líderes religiosos.
Esta enfermedad es contagiosa, todos los que rodean al enfermo comienzan a sentir un deseo irrefrenable de enfermarse también. Se le conoce como el síndrome de la escalera: subir, subir, subir...
¿Y la medicación contra esta enfermedad?
Ninguna medicación. No se ha encontrado ninguna vacuna contra ella. El virus del poder funciona como un cáncer, hace rápidas metástasis, va invadiendo todo el cerebro de la persona afectada hasta la locura total.
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