viernes, 18 de enero de 2013

El Caballo del Califa


En seguida, un cuento árabe que está lleno de sabiduría y de la cual se puede extraer muchas enseñanzas, en especial, sobre la generosidad. Es un texto que aparece en el libro: “La Oración de la Rana 1” de Anthony de Mello. Sería pertinente que lo compartas en familia.


Al-Mamun, conocido califa de Bagdad, poseía un hermoso caballo. Tan hermoso que el jefe de una tribu vecina llamado Omah se antojó del animal.

OMAH: Me gusta tu caballo, califa Al-Mamun. Véndemelo.

CALIFA No, gracias, amigo. No quiero venderlo. Este animal es como un hijo para mí.

Omah le ofreció una caravana de camellos a cambio del caballo.; pero el Califa le dijo que su caballo no tenía precio.

Y sucedió que el envidioso Omah planeó una treta contra el califa Al-Mamun. Sabiendo que este solía pasear con su caballo por la ruta que sale de Bagdad, Omah se disfrazó de mendigo y se tendió junto al camino.

OMAH: ¡Piedad para este pobre mendigo!... ¡Piedad!

CALIFA: ¿Qué te pasa, amigo? ¿Te han asaltado los ladrones? ¡Ven, sube!... Te llevaré a donde te puedan curar...

OMAH: Oh, buen hombre, estoy tan débil que ni eso puedo...

El califa bajó, lo alzó del suelo con cuidado... y lo montó en su caballo. Cuando iba a montar él, se llevó la sorpresa de que el mendigo era Omah, este le dijo irónicamente: ¡Caíste en la trampa, califa tonto!... Soy Omah, a quien no quisiste vender el caballo... ¡Adiós!

Frente a esta escena, el califa le suplica: ¡Espera!... ¡Detente! Está bien, me has robado el caballo... Ahora solo tengo una cosa que pedirte. Omah en tono despectivo le responde: ¿Qué quieres?

CALIFA: Por Alá, no cuentes a nadie cómo te hiciste con el caballo. ¿Lo prometes?

OMAH: ¿Para que no se rían de ti?

CALIFA: No, nada de eso. Quizá un día haya un hombre realmente enfermo y tendido junto al camino. Si la gente se entera de tu engaño, pasarán de largo y no le prestarán ayuda.

   

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