Cuántas veces nos encontramos con personas que les gusta el chisme y que buscan
la atención del oyente para descargar sus mensajes en contra de los demás.
Ante esta actitud, que se constituye en un
obstáculo en las relaciones interpersonales, se debe empezar a educar a estas personas con el objetivo de
eliminar esta mala práctica de la convivencia humana. Para ello, se debe
utilizar los tres filtros de Sócrates.
¿En qué consiste los tres filtros?
En una ocasión, a Sócrates lo visitó un amigo
para contarle un chisme que a su vez le contaron sobre otro amigo mutuo. Sócrates
lo interrumpió y le preguntó a su amigo,
si él había aplicado la prueba de los tres filtros a quien le narró la
historia.
“Los
tres filtros, no sé qué es eso”— le respondió.
“Entiendo” —le dijo Sócrates— “entonces
permíteme aplicártelo a ti”.
“Lo
que vas a contar de nuestro amigo… ¿es verdadero?” preguntó Sócrates.
“No lo
sé”— le contestó.
“Veo”,
dijo Sócrates, y volvió a preguntarle: “lo que vas a contar de nuestro amigo,
¿es bueno?”
“Definitivamente no”, le contestó.
Por
último, le preguntó Sócrates: “Lo que me vas a contar de nuestro amigo, ¿me es
útil?”.
“No…
no creo que te sea útil”, le dijo.
“Entonces”, le dijo Sócrates a su amigo: “Si lo que me vas contar de
nuestro amigo no es verdadero, ni es bueno y tampoco me es útil…para qué me lo
vas a contar”.
Con este ejemplo, Sócrates le enseñó a su
amigo que la Verdad, la Bondad y la Utilidad son principios y prácticas que todos
debemos cultivar en beneficio no solo de nuestro interior, sino también como
norma de convivencia en la sociedad en que vivimos.
1 comentario:
¡Gran sabiduría, para intentar poner en práctica!
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